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Pasajeros de andén, de Pedro Luis Menéndez

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  PASAJEROS DE ANDÉN Pedro Luis Menéndez Hay etapas en la vida que nos imponen la quietud, como lo que vivimos en este país durante la pandemia, ese aislamiento que propició el contacto con nuestro interior.   Pedro Luis Menéndez describe en “Pasajeros de andén”, su última entrega poética, ese momento de soledad impuesta, donde “los niños encerrados en sus casas / sueñan con porvenires”, donde la doncella soledad nos llevó al límite exacto de la nada.   Ese lugar nos llevó a un exilio, a un destierro de la vida y la sociedad, sintiendo cómo “la ciudad se retira tras las puertas / que cierran lo imposible”.   Dice el poeta José Carlos Díaz que este hermoso libro recuerda los cuadros de Hopper, el genio que reflejó el aislamiento del hombre moderno en nuestras sociedades. Estoy plenamente de acuerdo y además de a Hopper los poemas de este libro me recuerdan a los paisajes Giorgio de Chirico, a sus plazas de Italia, y a los paisajes con figuras alucinadas de Paul Delvau...

Un libro para la esperanza

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  Un libro para la esperanza Comienza este libro de Javier Almuzara (Oviedo, 1969), “Esperanza de vida”, con un recuerdo emocionado a Claudio Rodríguez, a su don de la ebriedad, y también una declaración de principios y una poética. Se declara el autor “romántico ilustrado”, y establece la belleza, lo bello, como la música o la poesía, como su faro en la vida, esa luz habitable que permite llevar la vida a su más alta graduación. Enamorado de la música, melómano empedernido, el autor dedica a ella poemas iniciales, y también a esa música sin sonido, el silencio, en algunos versos que conmueven, como cuando se refiere a “esa delicadeza de los muertos para no entristecernos contándonos lo suyo”. Por estas páginas pasean compositores que el autor ama, como Vivaldi. Expresa su falta de fe y sin embargo su creencia ferviente en la música, que viene a salvarle, a escuchar sus mensajes de auxilio, cuando dice: “Y, escuchando El Mesías, hoy vino a verme Dios”. Quiero referirme también a be...
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Encajadas o el juego de la literatura “Encajadas”, de Pedro Luis Menéndez (Gijón, 1958),   es una novela coral, un canto polifónico donde podemos escuchar muy diferentes voces y registros, donde los actores secundarios se convierten en protagonistas de algunas páginas y nos hacen navegar por caminos distintos y soñar.   Uno de sus protagonistas dice: “Escribir es dar vueltas hasta marearse para luego detenerlo todo y esperar”. Parece que el propio autor suscribe estas ideas y ha hecho esto con este libro, a mitad de camino entre novela y relatos, un género híbrido, una especie de injerto y un juego literario que es también un homenaje a Cortazar.   Hace ya bastante tiempo que los géneros literarios han experimentado hibridaciones, cambios, mezclas entre unos y otros, traspasando las fronteras del relato o la novela, mezclándose continuamente. Esta obra de Pedro podría ser incluso un género nuevo, lleno de injertos, como las plantas, tal vez una novela hecha de relatos, ad...