Un poeta llamado Fernando Álvarez Balbuena, por Isabel Marina








UN POETA LLAMADO FERNANDO ÁLVAREZ BALBUENA Isabel Marina Publicado el 23 de enero de 2024, en "La voz de Avilés". Fue la vida de Fernando Álvarez Balbuena larga y jalonada por muchos logros conseguidos por méritos propios. Hablamos de un auténtico hombre del Renacimiento: investigador y escritor, con diversos estudios universitarios, empresario de éxito, amén de desempeñar un papel ejemplar en el apoyo a causas sociales y culturales. Y, además de todo eso, Fernando Álvarez Balbuena era poeta. Aunque escribió versos desde joven, empezó a publicar tardíamente, y llegó a tener cinco libros de poesía en su haber: “Marea interior”, “Ecos del ayer”, “Nubes y claros”, y “Cien sonetos de amor y desamor y un poema de juventud”. En su obra podemos apreciar un gran cuidado de la rima, el ritmo, la musicalidad, la métrica, elegancia y sensibilidad en la elección del vocabulario y una enorme y fértil imaginación y fantasía. Fue experto en el difícil arte de escribir sonetos, muchos de ellos de amor, emocionantes, técnicamente perfectos, en definitiva, admirables. En su obra abordó variedad de temas: el amor, las distintas etapas de la vida, las decepciones, los amigos, el alzheimer, la emigración…Expresaba su devoción por la poesía en versos tan sentidos como estos: “Desnuda para mí solo. / En mi vida / Te quiero poesía como amante, / Pero ante los demás con elegante / Ropaje, en una diosa compartida. Escribir le llevaba a un estado reflexivo, donde reconocía verdades universales, y así escribió: “La patria no es la tierra en que nacimos… / La patria es la niñez, y hacia ella solo / Se vuelve la luz del pensamiento”. Sus poemas nos trasladan a menudo a la dulzura del amor: “Que me velen los brillos de tus ojos, / Entre el negro espesor de tus cabellos. / Quiero una inmensa noche, sin aurora, / Para volar contigo sobre el viento”. La mirada poética de Fernando es utópica, con ese idealismo que era un rasgo de su personalidad, esa creencia en las capacidades del hombre, en que es siempre posible avanzar y superarse. Sabía que debemos aspirar a lo imposible: “Tan solo el hombre, cuando emigra, sueña: / Ve rosas en los ásperos zarzales, / Aunque le aguarden males infinitos”. No ignoraba que la vida a veces también es dura y supo expresarlo con belleza: “Porque la vida allende el océano / no es un jardín que alcances con tu mano, / es una selva dura en demasía”. Apoyó la actividad poética de palabra y obra, participando en las reuniones y tertulias, como las que celebramos durante más de diez años en su casa, en Avilés. Recuerdo cuando, en el año 2011, la lectura de sus sonetos me llevó a proponerle la creación de una tertulia poética. Su respuesta fue un “sí” entusiasmado. Nos abrió la puerta de su casa. Todos los meses, compartimos allí nuestros versos un nutrido grupo de poetas, entre los que estaba un sacerdote inolvidable, José Manuel Feito. Fernando sufragó e impulsó la edición de varias antologías con nuestras obras. Su gran sensibilidad y su amor por la cultura, que cultivó toda la vida, le permitía apreciar la belleza: “No son más que palabras lo que digo, / Pero si son hermosas, ¿qué más da? / ¿Qué importa si es mentira o si es verdad?” Fernando transmitía la importancia de apreciar lo bello para ser fuertes, aplicándose a sí mismo la conocida frase de que no solo de pan vive el hombre, apoyando a otros con amplitud de criterio, con inteligencia, sin prejuicios, en definitiva, con bonhomía, porque Fernando era, en el buen sentido de la palabra, bueno. Encontró calma, plenitud de conciencia, en su soledad creativa como poeta y como lector de poesía. Por eso, escribió: “Los años, con los años, me trajeron / refugio y paz junto a la poesía”. Para mí, Fernando Álvarez Balbuena fue, por todos estos motivos, un ejemplo de vida que infunde esperanza y creencia en el ser humano, en lo que cada uno de nosotros puede lograr cultivando lo más elevado, lo mejor que tenemos. Porque él supo hacerlo. Supo cumplir y hacer presente esa frase de Saint-Exupéry en El Principito: “Haz de tu vida un sueño, y de tu sueño una realidad”.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Poesía que ilumina y abrasa, por Isabel Marina

Vivirá tu tierra, por Isabel Marina

Comprender para ser libres, por Isabel Marina